Por guarni23
26/03/15, 18:16h
Por zburator
26/03/15, 21:27h
Al fin y al cabo el gran problema de las ambigüedades es que son un arma de doble filo que, dependiendo de quién las tome y su trasfondo personal, puede utilizarlas en favor de una mayor flexibilidad en valorar las aptitudes de los alumnos o para llevar a su propio terreno la interpretación de las normas...
El problema que envuelve todo lo que se refiere a los examenes de conducir es que valorar una formación es algo en si mismo subjetivo, tanto en la conducción como en cualquier ámbito, y basarse únicamente en normas es un mal asunto.
Prueba de ello es que hay mucho descerebrado suelto que ha obtenido el carnet y realmente el que una persona sea apta para conducir es una mera ruleta rusa, dado que no sólo los criterios de evaluación son ambiguos, sino que el examen de un examinador a otro es distinto e incluso el mismo examinador examina distinto a cada alumno, o dependiendo del día.
A ver si para cuando tenga nietos la DGT ha encontrado la forma de normalizar estos examenes y es una prueba de aptitud tan subjetiva como lo subjetivo que es valorar a un alumno.
Con todo esto no quiero decir que saltarse un STOP o un ceda, prioridades o cosas similares no sea objetivo. Está claro que hay criterios objetivos, pero salvo las situaciones que producen un peligro real, el resto, por objetivas que sean, que ocurra 1 vez en un examen, en dos o en tres, no quita que un examen perfecto no significa que una vez tengas la licencia respetes las normas...
En fin, gracias por las respuestas.