También añado, que practiqué el aparcamiento como mucho tres veces, y que en ningún momento se me abrió el capó del coche para enseñarme donde se ubica aceite, refrigerante, líquido de frenos, etc. Esta información me la dió el otro profesor Marcos en una práctica de otra alumna en la que pude subir a ver, dado que mi practica que yo pagué con intención de hacerla en zona de examen fue en vano por una "equivocación" de mi profesor Helio.

Bien, llegando hoy el día del examen, en Campanar, la zona que me tocaba, me subo en el coche con mi profesor al lado, y en un giro a la derecha a la altura de la gasolinera para girar hacia 9 de Octubre, mi profesor decide que la distancia lateral no es la adecuada, pudiendo ocasionar un accidente, y su reacción en lugar de accionar pedales o volante, es EMPEZAR A GRITAR COMO UN LOCO, HACER ASPAVIENTOS Y ALZAR LAS MANOS AL TECHO DEL COCHE. Yo alucinada, gracias a Dios, no he pegado ningún volantazo y he seguido con mi trayectoria sin rozar nada, y sin ocasionar ningún peligro, tal y como lo estaba haciendo hasta el momento.

Bajo mi punto de vista, no estaba cometiendo una infracción ni una falta eliminatoria teniendo en cuenta el espacio que tenía, y el coche que tenía a mi izquierda. Por otro lado, al no realizar ningún cambio, si no que he seguido con mi maniobra sin colisionar, ni provocar situación de peligro, considero que estaba realizando bien mi examen, incluso con un individuo dando gritos a mi lado. En definitiva, el examinador ha levantado la cabeza de sus papeles gracias a la rápida e ineficiente actitud de mi profesor, sin llegar a ver lo que estaba sucediendo, dando lugar a pensar muchas cosas y a suspenderme un examen que no podré repetir hasta Septiembre.

Ahora, desde el punto de vista objetivo y dejando la subjetividad, en caso de así ser y estar al borde de provocar un accidente o cometer una falta eliminatoria grave, la obligación de Helio como profesor es accionar pedales, freno o volante, y corregir mi trayectoria a fin de evitar la catástrofe. Además de ser de PRIMERO DE TEÓRICA, que no se debe gritar a un conductor (Y mucho menos nobel) en la oreja, ni a un ciclista, ni a nadie que circule por la vía precisamente a fin de evitar un accidente.

He continuado mi examen como he podido, intentando no ponerme nerviosa gracias al grito de mi profesor que lejos de velar por mi, ha sido mi verdugo totalmente. A partir de ahí cualquier falta leve que haya podido cometer, es poca, dado que me he quedado en shock.

No solo los alumnos debemos hacer bien el examen, si no que el profesor, debe evitar situaciones que pongan en peligro la seguridad vial innecesariamente y además promoviendo mi suspenso.

En esta academia, el profesor en lugar de velar por el alumno y ser su principal apoyo, es su principal detractor, además creer que el alumno es la gallina de los huevos de oro que pagará su viajecito a Cancún el mes de Agosto

La neglicencia del profesor, debería estar tan castigada como la del alumno.

En definitiva llevo pagados 1400€ en esta autoescuela, muy mal invertidos, y no la aconsejo para nada. En caso de que alguien ande por ahí, espero que tenga suerte y no le toque mi mismo profesor.