Para arrancar es lo mismo, tienes los pies en los pedales del freno y embrague, bajas el freno de mano y pones la primera. Entonces vas levantando lentamente el embrague y sacas el pie del freno y aceleras suavemente. Pero si es una cuesta, tendrás que aguantar más el embrague en el punto de fricción donde un vehículo de diésel mantiene detenido el coche sin apretar el freno. Si no está en ese punto, al sacar el pie del freno se te irá para atrás. Es la situación mas difícil. Puedes ir subiendo el embrague y al mismo tiempo pisar un poco el acelerador.
En cambio, si se trata de una bajada pronunciada, en seguida que hayas arrancado tendrás que pisar el freno, de lo contrario se te embala para abajo. La primera marcha tiene mucha fuerza en bajada, tienes que poner en seguida la segunda.
En llano no hay problema.
Todo es práctica.