Hola. Hace un tiempo publiqué un post acerca de mi terrible experiencia con el primer profesor que tuve del práctico (resumen: era un impresentable que gritaba, fumaba dentro del coche, daba golpes y te hacía sentir como si fueras imbécil). Al final esto acabó más o menos bien porque la autoescuela me hizo el cambio de profesor cuando me quejé y fue literalmente como empezar desde cero. La nueva profesora fue una mujer majísima, he aprendido bastante con ella y siento que ha hecho un buen trabajo, pero esa sensación de ser una persona inútil (infundada gracias al anterior profesor) aún persiste en mí y no soy capaz de seguir adelante. Me he presentado dos veces al practico y en esas dos veces he suspendido estrepitosamente. El primer examen me salió mucho mejor que el segundo aunque suspendiera (no respeté un ceda propiamente y tuve una mala correlación de marchas por los nervios). Acepté mi error y seguí adelante, siempre con la mente enfocada en mejorar y aprobar de una vez. En esta segunda ocasión me tocó un examinador que resultó ser un tremendo personaje (todo el rato haciendo gestos, caras, comentarios…) y claro, a pesar de empezar con mucha tranquilidad, mis nervios regresaron y cometí errores que asumo totalmente. En el examen iba una chica conmigo que por casualidad me comentó que pasó exactamente por lo mismo con el primer profesor (me quedé flipando, porque además ese tío sigue currando en la autoescuela como si nada). Total, estoy con una depresión horrible, con ganas de dejarlo para siempre y no volver a tener ningún trato con esta gente. Empecé con mucha ilusión y al final esto se ha convertido en una odisea que llevo arrastrando desde este verano (que esa es otra, llevo muchísimas clases y me he endeudado hasta las cejas para pagar a la autoescuela). Me han comentado que huya de Madrid y pruebe en Toledo, Cuenca, o Ávila… Sinceramente ahora mismo tengo cero motivación, cero ganas de nada y una sensación de que todo ha sido una broma con cámara oculta, porque sinceramente no entiendo nada y tampoco me entiendo a mí. Todos los fallos que he cometido en examen, raramente los he cometido en las clases prácticas…

Me gustaría desearos mucho ánimo a todos, pero siento como si algo se hubiera apagado en mi interior y me cuesta creer que algo tan “nimio” como un carnet de conducir me esté costando tanto sufrimiento.

Gracias por leer mi desahogo.