Manual clase B

Índice de temas

Tema 3. Seguridad vial

Tema 3 Seguridad vial

1. Los accidentes de tránsito

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los accidentes de tránsito son un problema prioritario de salud pública en todo el mundo, por lo que se debe reducir su número con la colaboración de todos.

En Chile, al igual que en el resto del mundo, los accidentes de tránsito constituyen una de las principales causas de mortalidad, sobre todo en la población joven, entre 15 y 29 años, representando la segunda causa de muerte después de los suicidios.

Aunque se piensa que los accidentes son inevitables, se puede reducir al mínimo la posibilidad de sufrir un accidente, conduciendo con la máxima seguridad y atendiendo a los factores de riesgo que el conductor puede controlar: distracciones, velocidad, fatiga, alcohol, medicamentos, drogas y estado general de salud.

Para reducir los accidentes y sus consecuencias, es necesario tener una actitud responsable frente al tránsito, conocimientos adecuados de seguridad vial y conducir en todo momento con la máxima seguridad.

Además de las pérdidas de vidas humanas, los accidentes de tránsito producen un enorme impacto económico que, directa o indirectamente asumimos todos los ciudadanos. Se estima que en Chile los costos de los accidentes de tránsito alcanzan el 2% del PIB según las cifras de la OMS.

1.1 Costos de los accidentes

Costos materiales
  • Daños a los vehículos y a su carga.
  • Daños a la propiedad pública.
  • Daños a la propiedad privada.
  • Daños al medio ambiente.
Costos de salud
  • Primeros auxilios, traslado en ambulancia.
  • Tratamiento médico de heridos.
  • Rehabilitación.
Costos administrativos
  • Policía y bomberos.
  • Gestión de seguros.
  • Legales: Jueces, abogados, etc.
Costos humanos
  • Pérdida de productividad (durante tratamiento y rehabilitación).
  • Pérdida de productividad futura de fallecidos.
  • Sufrimiento físico y psicológico del lesionado.
  • Sufrimiento físico y psicológico de familiares y amigos.

1.2 Cuándo ocurren más accidentes

La mayor parte de los accidentes se producen durante los fines de semana y los feriados, especialmente durante la madrugada, siendo el viernes el día con un número mayor.

Aunque la mayor parte de los accidentes ocurre los viernes, se producen más fallecidos el sábado y el domingo.

Destacan tres horarios importantes: Entre las 6 y las 9 de la mañana, el segundo entre las 14 y las 16, y el último entre las 18 y las 20, que coinciden con los horarios de entrada y salida del trabajo.

La mayor parte de los fallecidos por accidentes de tránsito se produce en vías interurbanas o no urbanas.

Si bien, la mayor cantidad de muertos en accidentes de tránsito se registra en carreteras y autopistas fuera de áreas urbanas, la mayor cantidad de accidentes se producen en vías o áreas urbanas; de éstos, la mayoría se registra en los cruces de calles o intersecciones.

La razón de esta diferencia está en la velocidad. Cuanto mayor es la velocidad, las lesiones son mayores.

La falla humana está presente en más del 90% de los siniestros. El consumo de alcohol al conducir y la desobediencia a las señales del tránsito son unos de los factores de mayor incidencia en la ocurrencia de siniestros de tránsito.

2. Grupos vulnerables

Existen unos grupos de personas que tienen más probabilidades de estar involucradas en un accidente de tránsito.

Estos grupos vulnerables son personas que desde un punto de vista estadístico están presentes en un mayor número de accidentes: los niños, los jóvenes, las personas mayores, tanto como conductores como peatones. Además, hay otras personas que, por el tipo de vehículo que utilizan, sufren lesiones más graves en caso de accidente: conductores y pasajeros de motocicletas y bicicletas.

2.1 Los conductores jóvenes

El grupo etario de mayor accidentabilidad son los jóvenes, entre 18 y 29 años. Éstos representan aproximadamente el 27% del total de conductores fallecidos en accidentes de tránsito en los últimos años.

Madurez

¿Por qué es necesario haber cumplido 18 años (o excepcionalmente 17) para poder optar a una licencia de conducir? La respuesta obvia a esta pregunta, es porque la sociedad espera que a esa edad el individuo haya alcanzado el grado de madurez requerido para ser un conductor responsable y seguro. Lamentablemente, la realidad es distinta.

La población joven tiene particularidades propias de la etapa vital en que se encuentra, que influyen en una mayor vulnerabilidad a sufrir accidentes de tránsito. Entre algunas de estas características se destacan:

  • Excesiva necesidad de autoafirmación, lo que los hace más competitivos y dispuestos a no obedecer las normas del tránsito.
  • Capacidad de conducción sobrevalorada, por lo que no consideran necesario utilizar medidas de seguridad como ponerse el cinturón.
  • Comportamiento exhibicionista en grupo, lo que los lleva a realizar maniobras de riesgo cuando van acompañados.
  • Asumir mucho riesgo al conducir, lo que se puede relacionar con las competencias con otros vehículos.
  • Influencia de la publicidad, especialmente por aquella que incita al riesgo.

Los jóvenes son propensos a asumir riesgos durante la conducción debido a la baja percepción del mismo. Estos datos no quieren decir que un joven tenga más posibilidades de tener un accidente, sino que existen algunas características que aparecen en los jóvenes que les hace ser más propensos a sufrirlo.

Muchas investigaciones muestran precisamente que el comportamiento de los conductores va variando en la medida en que van adquiriendo experiencia. Así, la mayoría de los conductores expertos y de edad madura ya han aprendido que la mejor manera de evitar accidentes es teniendo tiempo de sobra.

2.2 Las personas mayores

Las personas mayores están implicadas en un número de accidentes importante, tanto como peatones como conductores.

El deterioro de las capacidades psicomotoras necesarias para la conducción puede suponer, por ejemplo, pérdida de fuerza al momento de frenar, peor manejo del volante, disminución en la capacidad para mantener la atención, procesamiento más lento de la información de la vía, o un aumento en el tiempo de reacción.

Por esto, muchos adultos mayores tienen más riesgo de sufrir accidentes en situaciones de tránsito complejas que exigen una respuesta rápida. Sin embargo, en situaciones donde existe tiempo suficiente para reaccionar, tienen los mismos problemas que otras personas más jóvenes. Por ello, hay que darles tiempo suficiente y no presionarlos a actuar.

2.3 Los peatones

Los peatones son un grupo de usuarios de la vía muy vulnerable en caso de accidente, ya que pueden resultar con lesiones muy graves en caso de atropello.

El tránsito de los peatones deberá hacerse de acuerdo con las normas siguientes:

  1. Por las aceras.
  2. En aquellas vías públicas donde no haya acera, deberán hacerlo por las bermas o franjas laterales de la calzada y por el costado izquierdo de ellas, enfrentando los vehículos que circulen en sentido opuesto.
  3. No podrán permanecer en las calzadas de las calles, caminos o ciclovías, ni saltar vallas peatonales ni pasar entre o sobre rejas u otros dispositivos existentes entre calzadas con tránsito opuesto.
  4. Cruzar las calzadas por los pasos para peatones o por los pasos a desnivel.
  5. En ningún caso podrán cruzar la calzada en forma diagonal o por el área de intersección de las calzadas.
  6. En los lugares regulados por Carabineros o semáforos, deberán respetar sus señales y no podrán iniciar el cruce o bajar a la calzada hasta que les sea indicado. El peatón que haya iniciado el cruce reglamentario tendrá derecho a continuarlo no obstante se produjere un cambio en la señal, y los conductores deberán respetar ese derecho. En todo caso, en los pasos para peatones tendrán derecho preferente de paso sobre los vehículos que viren.
  7. En los pasos peatonales no regulados, los peatones tendrán derecho preferente de paso respecto de los vehículos. Sin embargo, ningún peatón podrá bajar repentinamente de la acera o cruzar la calzada corriendo.
  8. No podrán subir o bajar de los vehículos en movimiento o por su lado hacia la calzada.
  9. Deberán respetar el derecho preferente de paso de los vehículos de emergencia, que se anuncien con sus elementos sonoros y luminosos
  10. No podrán transitar tan cerca de las soleras de modo que se expongan a ser embestidos por los vehículos que se aproximen.

Se presumirá la culpabilidad del peatón que cruce la calzada en lugar prohibido; del que pase por delante de un vehículo detenido habiendo tránsito libre en la vía respectiva; del que transite bajo la influencia del alcohol, drogas o estupefacientes y, en general, del que infrinja lo dispuesto detallado anteriormente.

Para evitar el atropello a los peatones, se deben adoptar una serie de precauciones:

  • Moderar la velocidad en ciudad y ante la presencia de peatones en la calzada o en sus proximidades, especialmente si se trata de niños o personas mayores.
  • Disminuir la velocidad al acercarnos a un vehículo que se detenga, sobre todo si se trata de un bus de transporte escolar o vehículo de locomoción colectiva. Un peatón podría aparecer sorpresivamente en la calzada delante o detrás del bus, o corriendo para subir a éste.
  • Tener precaución al estacionar, al dar marcha atrás o maniobrar al salir de un estacionamiento, especialmente si se trata de vehículos con poca visibilidad (todoterrenos, VAN, etc.).
  • Prestar atención en las zonas peatonales, como al salir de un garaje, al atravesar una calle peatonal, etc.
  • De noche, adaptar la velocidad a la zona de visión iluminada por las luces, por la posible presencia de peatones u obstáculos.
  • No se deben hacer señales a un peatón de que cruce la calzada, porque otro vehículo puede atropellarle.

2.3.1 Las personas mayores como peatones

Es muy importante conocer los problemas que puede tener una persona mayor como peatón para poder colaborar con ellos en su seguridad:

  • Dificultad para calcular la velocidad de los vehículos y problemas de orientación cuando no conocen las calles.
  • Pueden tener dificultades auditivas que les impidan oír cuando se acerca un vehículo.
  • Pueden tener dificultades visuales que les dificulten apreciar los colores de un semáforo si la calzada es muy ancha.
  • Si tienen limitaciones físicas, pueden tener problemas para cruzar una calle: soleras altas, calzadas muy anchas, etc.
  • Suelen tener más accidentes cuando van solas, que cuando van acompañadas, por ejemplo, con niños a su cargo.

2.4 Los niños

2.4.1 Los niños como peatones

Las vías donde se desarrolla el tránsito no están diseñadas para los niños. de tránsito, son peatones que han resultado atropellados, en la mayoría de los casos con heridas en la cabeza o en partes vitales del cuerpo. 10 años, que irrumpen sorpresivamente en la calzada.

Los atropellos a niños tienen las siguientes causas:

  • Dificultades de audición: no son capaces de distinguir la procedencia del ruido de un vehículo que se aproxima.
  • Impedimentos con la visión debido a su baja estatura: tienen dificultades para ver el tránsito entre los vehículos estacionados. También, los conductores tienen dificultad para verlos.
  • Bajo control de la atención.
  • Desconocimiento de las normas de tránsito.
  • Dificultad para calcular distancias y velocidades.
  • Dificultad para controlar su actividad física: pueden salir corriendo impulsivamente.
  • Incapacidad para identificar el peligro.

2.4.2 Los niños en el automóvil

El traslado seguro de niños en un vehículo motorizado es un desafío y una obligación para el conductor de un vehículo siendo su responsabilidad el uso de Sistemas de Retención Infantil al momento de transportar a niños en un automóvil.

Se prohíbe el traslado de menores de 12 años de edad en los asientos delanteros de los vehículos, debiendo ser transportados en los asientos traseros (excepto en vehículos de cabina simple).

Es obligatorio transportar a los menores de hasta 8 años inclusive (es decir, hasta que cumplan los 9 años de edad), o de una estatura menor o igual a 135 centímetros y 33 kilogramos de peso, en Sistemas de Retención Infantil. Lo anterior, es exigible a los vehículos particulares, exceptuándose de esta obligación al transporte público, transporte escolar y vehículos de similares características.

¿Qué son los Sistemas de Retención Infantil (SRI)?

Los Sistemas de Retención Infantil o sillas de seguridad para niños, son dispositivos diseñados para el traslado seguro de niños y niñas al interior de un vehículo, en todo tipo de viaje.

Se debe tener en cuenta que no basta solo con utilizar un Sistema de Retención Infantil, sino que debe ser utilizado correctamente, ya que un dispositivo mal instalado no brinda la protección necesaria para que los niños viajen seguros, generando una falsa sensación de seguridad. Por esto, se debe fijar bien la silla al asiento del vehículo, siguiendo cuidadosamente las instrucciones indicadas en el manual de usuario del SRI, y sujetar al niño o niña a la silla a través del arnés o el cinturón de seguridad.

Consideraciones para elegir un Sistema de Retención Infantil
  • Peso, altura y edad del niño: Usted debe seleccionar el Sistema de Retención Infantil de acuerdo a la etapa de desarrollo del niño, eligiendo el modelo adecuado a su peso, altura y edad. Se recomienda que, para las primeras etapas de vida, que van desde que nacen hasta que cumplan los 4 años de edad, el SRI sea instalado a contramarcha, de manera tal que los niños viajen mirando hacia atrás hasta alcanzar los límites de peso y altura indicados por el fabricante.
  • Instalación: Usted debe asegurarse de usar un SRI que pueda ser instalado con facilidad en su vehículo. Estos pueden ser anclados al vehículo a través de los sistemas ISOFIX y LATCH o con cinturón de seguridad. Si están correctamente instalados, cualquiera de los tres es seguro por sí mismo, por lo que no se requiere utilizar dos sistemas al mismo tiempo, a menos que lo indique el fabricante del SRI.
  • Que cumpla con normas reconocidas: Usted debe asegurarse que el SRI a utilizar esté certificado, de acuerdo a la normativa vigente.

Tema 3. Seguridad vial