Tema 3. Seguridad vial
4. El factor vía y su entorno
4.1 La adherencia
La adherencia depende del estado del vehículo y del tipo y estado del pavimento de la vía.
- Pavimentos que disminuyen la adherencia: brillantes, de adoquines, en mal estado, sucios, mojados o con nieve o hielo.
- Pavimentos que favorecen la adherencia: es buen estado, de alquitrán o asfalto y los de cemento. Estos pavimentos son rugosos y su aspecto no presenta brillos.
4.2 Las curvas
En ellas el vehículo está sometido a las siguientes fuerzas:
- Fuerza centrípeta: aparece como consecuencia de las acciones que realiza el conductor para trazar una curva.
- Fuerza centrífuga: viene determinada por la línea recta que el vehículo quiere seguir; es la más peligrosa, ya que nos empuja hacia el exterior de la curva. Esta fuerza aumenta:
- Cuanto más cerrada es la curva.
- Cuanto mayor es la velocidad.
- Cuanto mayor es el peso del vehículo y su carga.
Una buena técnica para tomar una curva es:
1º Frenar antes de entrar en la curva y colocar una marcha que permita tener una buena aceleración.
2º Girar el volante con presición y suavidad.
3º Acelerar suavemente y de forma sostenida a la salida de la curva.
4º Enderezar el volante suavemente sin dejar que vuelva solo.
4.3 Conducción en condiciones adversas
Las condiciones climatológicas o ambientales adversas, hacen que la conducción sea más difícil y peligrosa. Los factores climatológicos más importantes a tener en cuenta son la lluvia, la nieve, el hielo, la niebla, el viento y el sol.
4.3.1 La lluvia
La lluvia disminuye la adherencia de los neumáticos a la calzada y dificulta la visibilidad.
- En previsión de lluvia, es importante revisar la presión y la profundidad del dibujo de los neumáticos así como el estado de las escobillas y los difusores de aire del parabrisas.
- Prestaremos especial atención durante las primeras gotas de lluvia caídas. La acumulación de polvo y grasa de los vehículos en la calzada hace que con las primeras gotas se forme una capa de suciedad muy deslizante.
- Con la calzada mojada los neumáticos pierden adherencia aumentando la distancia necesaria para frenar, por lo que reduciremos la velocidad y aumentaremos la distancia de seguridad. Frenaremos siempre con suavidad para evitar un posible bloqueo de las ruedas.
- Los frenos mojados también pueden perder eficacia, sobre todo al pasar por zonas con acumulaciones importantes de agua. Para favorecer el secado del sistema de freno realizaremos unas pulsaciones cortas y repetidas al pedal.
- Realizaremos una correcta ventilación del habitáculo y utilizaremos la luneta térmica para evitar que se empañen los cristales.
- Ante la disminución de la visibilidad producida por la lluvia utilizaremos las luces de cruce y en su caso las antiniebla.
- La conducción con lluvia es más exigente y fatigosa para el conductor, por lo que realizaremos paradas de descanso con mayor frecuencia.
Aquaplaning
Uno de los efectos más peligrosos producidos por la lluvia es el conocido como aquaplaning. Se puede producir al circular a cierta velocidad por tramos de la calzada que presenten acumulación de agua.
La función del dibujo de los neumáticos es la de expulsar el agua hacia los laterales de la rueda, despejando de esta forma la zona de rodadura que es la que proporciona adherencia al vehículo. Cuando el dibujo del neumático no es capaz de evacuar la cantidad de agua acumulada, el neumático pierde el contacto con el pavimento y se desliza flotando sobre el agua, haciendo que el conductor pierda el control del vehículo.
La aparición del efecto aquaplaning dependerá de la capacidad de evacuación de agua que tengan los neumáticos, que se mide en litros por segundo, y de la velocidad a la que circulemos. A mayor velocidad, el tiempo que tendrán los neumáticos para evacuar el agua de la calzada será menor, aumentando la probabilidad de sufrir el aquaplaning.
La mejor forma de prevenir el aquaplaning es moderar la velocidad.
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